Martes 1 de noviembre
Los dos serán una sola carne (Mat. 19:5).
Una relación donde debe existir un elevado sentido de compromiso es el matrimonio. Dos personas que viven juntas sin casarse jamás podrán ofrecer a su pareja y a sus hijos la misma seguridad que proporciona el matrimonio cristiano. Tampoco tendrán el mismo aliciente para aceptar sus responsabilidades y esforzarse por resolver con amor las dificultades (Mat. 19:6; 1 Cor. 13:7, 8; Heb. 13:4). ¿Y qué hay de las relaciones laborales? Desde tiempos bíblicos, los contratos han sido muy útiles (Mat. 20:1, 2, 8). Así, al iniciar un negocio o al comenzar a trabajar para alguien,
firmar un contrato protege a las partes involucradas. Las relaciones humanas —trátese de amistades, matrimonios o acuerdos de negocios—
se fortalecen con el sentido de compromiso. Pero en el caso de nuestra relación con Jehová contamos con un vínculo muy superior: la dedicación, por la cual le entregamos incondicionalmente nuestra vida. w10 15/1 1:6, 7
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