miércoles, 2 de noviembre de 2011

Texto del dia

Miércoles 2 de noviembre

Para todo hay un tiempo señalado (Ecl. 3:1).

Cuando alguien nos representa en oración, tenemos que demostrar “temor [reverencial] de Dios” (1 Ped. 2:17). Hay algunas costumbres que no son malas si se hacen en su debido lugar y momento, pero que serían inapropiadas en las reuniones. Por ejemplo, si alguien tratara de que un grupo se tomara de la mano o del brazo durante la oración, algunos asistentes —entre quienes es posible que haya visitantes— podrían ofenderse o distraerse. Algún cristiano tal vez quiera darle la mano discretamente a su esposa, pero si la estrecha entre sus brazos, podría hacer tropezar a alguien. Podría dar la impresión de que está más concentrado en su relación de pareja que en su relación con Jehová. Por tanto, seamos reverentes y respetuosos, hagamos “todas las cosas para la gloria de Dios” y evitemos las acciones que pudieran distraer, ofender o hacer tropezar a otros (1 Cor. 10:31, 32; 2 Cor. 6:3). w09 15/11 1:19

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