martes, 4 de octubre de 2011

Texto del dia

Martes 4 de octubre

Entreguen todo su ser como sacrificio vivo a Dios. Esa ofrenda que es su vida debe estar dedicada solamente a Dios para poder agradarle (Rom. 12:1, La Palabra de Dios para Todos, 2008).

Para ser parte de la familia de adoradores de Dios, hay que hacer una promesa solemne. ¿Por qué? Ilustrémoslo. Un padre de familia muy respetado por la comunidad conoce a un muchacho huérfano, se encariña con él y decide adoptarlo. Pero le pone una condición: “Quiero que me prometas que me verás como tu padre y que me amarás y respetarás siempre”. A menos que el joven le haga esa promesa solemne, no lo aceptará como hijo. Sin duda, no es una exigencia irrazonable. En el caso de Jehová ocurre igual: solo aceptará en su familia a quienes estén dispuestos a hacer un voto de dedicación. w10 15/1 1:13

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