sábado, 8 de octubre de 2011

Texto del dia

Sábado 8 de octubre

Todos [...] hablaban la palabra de Dios con denuedo (Hech. 4:31).

Dios nos ha concedido el honor inigualable de proclamar su Reino. Sin embargo, esta obra encierra muchos desafíos. Aunque algunas personas aceptan con gusto las buenas nuevas, la gran mayoría se parece a los contemporáneos de Noé, quienes, como dijo Jesús, “no hicieron caso hasta que vino el diluvio y los barrió a todos” (Mat. 24:38, 39). Algunos incluso se burlan de nosotros o se muestran hostiles (2 Ped. 3:3). La oposición pudiera venirnos de parte de autoridades, compañeros de estudios o trabajo y hasta de familiares. Por si fuera poco, tenemos que lidiar con nuestras propias debilidades, como la timidez y el miedo al rechazo. En efecto, existen muchos factores que nos dificultan hablar la palabra de Dios “con franqueza de expresión” y “con denuedo” (Efe. 6:19, 20). Ahora bien, lo valiente no quita lo cortés (Col. 4:6). Debemos ser decididos, pero también pacíficos (Rom. 12:18). w10 15/2 1:3, 4

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