La intervención se hizo por primera en el Hospital Zonal de Trelew.
Recuperado. Tello, tras la operación, vuelve a caminar. Y a los pocos días participó de un encuentro religioso.
Guillermo Tello tiene 65 años, es testigo de Jehová, el jueves abandonó el Hospital Zonal de Trelew tras ser operado de la columna sin recibir dadores de sangre. El hombre práctica esa religión que de acuerdo a los principios bíblicos, no permite las transfusiones, es por eso que en la intervención quirúrgica se dispuso un mecanismo que recupera el plasma del paciente para su reutilización. Es la primera operación de estas características que se realiza en el nosocomio local.
En Trelew ya existe un antecedente: el 27 de febrero Jorge Antelaf, también testigo de Jehová, fue intervenido quirúrgicamente del corazón sin recibir transfusión de sangre. La operación, hecha en el Instituto Cardiovascular “Pueblo de Luis”, duró 5 horas. A los pocos días, el paciente participó de una asamblea religiosa (ver aparte).
Tello ingresó al Hospital el 2 de junio. La operación, a cargo de los traumatólogos Polini y García, se extendió por 2 horas. El jueves 9, después del post operatorio y de recuperarse de otras enfermedades, el hombre volvió al hogar. “La operación fue un éxito total”, dijo el hijo, Martín Tello.
Tello tuvo que soportar el dolor de columna durante 2 años. Es que “hubo que manifestarle de la operación”, poco común, “a directivos del hospital, del PROSATE, PAMI; pero cuando se logró hacer todo, se unificaron criterios” y se avanzó en la intervención. Para la práctica quirúrgica “se trajo un perfusionista de Buenos Aires”.
Ya en el quirófano Polini y García, acompañados de la anestesista Palacios, avanzaron con la operación. Y “el perfusionista, que es un técnico hematólogo, comenzó a trabajar con la máquina que recupera la sangre del campo quirúrgico; que ante cualquier pérdida, en vez de transfundir linfa ajena, se utiliza la misma sangre que pierde el paciente y se vuelve a infundir en su propio circuito”, explicó Tello hijo.
“El paciente padecía un estrechamiento del canal lumbar a nivel de columna. La operación consistió en liberar el nervio ciático y de esta forma se le liberaron los dolores que tenía”, comentó Tello y detalló: “La columna es hueca por dentro, como un tubo estructural, y al estar estrecho este canal, estaba oprimiendo el nervio ciático. Y eso le impedía caminar con normalidad y le dolía muchísimo”.
Antes de que el paciente entre al quirófano, existe un protocolo preintervención. “Se prepara como hacemos con otros pacientes, con eritopoyetino, con hierro endovenoso y otros medicamentos que ayudan a la eritropoyesis, es decir, obligar al cuerpo a fabricar más sangre y de esa forma estamos cubiertos ante un eventual sangrado. Es sencillo, económico y factible”, dijo Tello. Para realizar la operación, “se trajo al técnico de Buenos Aires; nos costó alrededor de 7.500 pesos. Tuvimos que pagar a este señor, aunque después se vuelve a cobrar por medio de PAMI. Es importante que todo testigo de Jehová lo sepa, también la comunidad”. Además “es oportuno señalar que antes, cuando se realizaban estas prácticas, el paciente se derivaba a Buenos Aires, ahora se están haciendo estas operaciones en la zona”.
Tello indicó que ante estas operaciones, “tenemos la libertad como ciudadanos argentinos de no aceptar sangre”. Asimismo “queremos agradecer al hospital, inclusive a los médicos que accedieron a la operación. Tam,bién desmitificar la creencia de los testigos de Jehová, queremos que respeten nuestros derechos”.
En Trelew ya existe un antecedente: el 27 de febrero Jorge Antelaf, también testigo de Jehová, fue intervenido quirúrgicamente del corazón sin recibir transfusión de sangre. La operación, hecha en el Instituto Cardiovascular “Pueblo de Luis”, duró 5 horas. A los pocos días, el paciente participó de una asamblea religiosa (ver aparte).
Tello ingresó al Hospital el 2 de junio. La operación, a cargo de los traumatólogos Polini y García, se extendió por 2 horas. El jueves 9, después del post operatorio y de recuperarse de otras enfermedades, el hombre volvió al hogar. “La operación fue un éxito total”, dijo el hijo, Martín Tello.
Tello tuvo que soportar el dolor de columna durante 2 años. Es que “hubo que manifestarle de la operación”, poco común, “a directivos del hospital, del PROSATE, PAMI; pero cuando se logró hacer todo, se unificaron criterios” y se avanzó en la intervención. Para la práctica quirúrgica “se trajo un perfusionista de Buenos Aires”.
Ya en el quirófano Polini y García, acompañados de la anestesista Palacios, avanzaron con la operación. Y “el perfusionista, que es un técnico hematólogo, comenzó a trabajar con la máquina que recupera la sangre del campo quirúrgico; que ante cualquier pérdida, en vez de transfundir linfa ajena, se utiliza la misma sangre que pierde el paciente y se vuelve a infundir en su propio circuito”, explicó Tello hijo.
“El paciente padecía un estrechamiento del canal lumbar a nivel de columna. La operación consistió en liberar el nervio ciático y de esta forma se le liberaron los dolores que tenía”, comentó Tello y detalló: “La columna es hueca por dentro, como un tubo estructural, y al estar estrecho este canal, estaba oprimiendo el nervio ciático. Y eso le impedía caminar con normalidad y le dolía muchísimo”.
Antes de que el paciente entre al quirófano, existe un protocolo preintervención. “Se prepara como hacemos con otros pacientes, con eritopoyetino, con hierro endovenoso y otros medicamentos que ayudan a la eritropoyesis, es decir, obligar al cuerpo a fabricar más sangre y de esa forma estamos cubiertos ante un eventual sangrado. Es sencillo, económico y factible”, dijo Tello. Para realizar la operación, “se trajo al técnico de Buenos Aires; nos costó alrededor de 7.500 pesos. Tuvimos que pagar a este señor, aunque después se vuelve a cobrar por medio de PAMI. Es importante que todo testigo de Jehová lo sepa, también la comunidad”. Además “es oportuno señalar que antes, cuando se realizaban estas prácticas, el paciente se derivaba a Buenos Aires, ahora se están haciendo estas operaciones en la zona”.
Tello indicó que ante estas operaciones, “tenemos la libertad como ciudadanos argentinos de no aceptar sangre”. Asimismo “queremos agradecer al hospital, inclusive a los médicos que accedieron a la operación. Tam,bién desmitificar la creencia de los testigos de Jehová, queremos que respeten nuestros derechos”.
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