Domingo 28 de agosto
Padre nuestro que estás en los cielos, santificado sea tu nombre. Venga tu reino. Efectúese tu voluntad, como en el cielo, también sobre la tierra (Mat. 6:9, 10).
Nuestras oraciones revelan cuáles son nuestros intereses, deseos y motivaciones. Jehová sabe qué clase de personas somos. Proverbios 17:3 dice: “El vaso de refinación es para la plata y el horno para el oro, pero Jehová es el examinador de los corazones”. Así es, él ve lo que hay en nuestro interior (1 Sam. 16:7). Sabe lo que realmente pensamos de los hermanos, las reuniones y la predicación. Y conoce lo que pensamos de los hermanos ungidos de Cristo (Mat. 25:40). Él sabe si de verdad queremos recibir lo que le estamos solicitando o si se lo pedimos solo por costumbre, repitiendo vez tras vez las mismas palabras. Jesús dijo: “Al orar, no digas las mismas cosas repetidas veces, así como la gente de las naciones, porque ellos se imaginan [equivocadamente] que por su uso de muchas palabras se harán oír” (Mat. 6:7). w09 15/11 1:12, 13
No hay comentarios:
Publicar un comentario