Viernes 2 de septiembre
La oración de los rectos le es un placer [a Jehová] (Pro. 15:8).
Es preciso orar siempre por ayuda y guía, pues Dios “puede hacer más que sobreabundantemente [...] todas las cosas que pedimos o concebimos” (Efe. 3:20; Luc. 11:13). Pero quizá alguien diga: “¿Por qué tienen los cristianos que seguir rogándole a Dios, si él ya sabe ‘qué cosas necesitan [...] antes que se las pidan’?” (Mat. 6:8). Para empezar, porque al pedirle espíritu santo demostramos que confiamos en él. Pensemos en las razones que nos llevan a ayudar a una persona. ¿No es cierto que a veces lo hacemos porque nos gusta que haya confiado en nosotros y nos haya pedido ayuda? (Compárese con Proverbios 3:27.) Del mismo modo, a Jehová le complace que acudamos a él para pedirle su espíritu, y sin falta nos lo dará. Otro marco donde nos exponemos a la influencia del espíritu es en nuestras reuniones y asambleas. Es muy importante que nos esforcemos por prestar buena atención. Así lograremos comprender “las cosas profundas de Dios” (1 Cor. 2:10). w10 15/3 2:8, 9
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